jueves, 22 de noviembre de 2012

El otro mundo

 Después de varias sugerencias acerca de crearme un blog, y escribir como loco, me he dado por vencido. He de admitir que me ha costado mucho conseguir darle forma a esto (mi eterna relación con las nuevas tecnologías).
 Todavía recuerdo cuando solo existía el correo electrónico. Por aquel entonces las bandejas de entrada no se plagaban de emails de publicidad o de avisos de programas y redes sociales, es más, la palabra red social  no se escuchaba aún. Pues no, en aquellos maravillosos años nos enviábamos cadenas que si no reenviabas en 7 días a 50 contactos una niña te mataba, gifs de spiderman bailando y protestas contra aquellos que hacían los gato-bonsai.
 Los afortunados que conseguimos sobrevivir a las cadenas vimos el nacimiento de algo maravilloso y que parecía eterno: el msn. Mientras la gente se iba sumando al messenger la lengua española iba muriendo poco a poco. Fue, en mi opinión, el desencadenante del movimiento cani/choni. Ese idioma tan peculiar que tienen se podía apreciar ya en sus nicks (en morado y entre un icono de una cerveza, otro de un cigarro y un guiño), n ls q pdían scribr la bblia ntera y aun ls sbrarian 10 caractrs.
 Pero no todo lo del primer gran chat fue malo, hay algo que hemos dejado morir sin darnos cuenta de lo importante que era en nuestras vidas. Sí, estoy hablando del simpático zumbido. "Brrrrrr, te ha llegado un zumbido" ¡Coño, que susto! Era nuestra única forma de espabilarnos aquellos días en los que no existía el antivirus Avast! y sus sutiles "¡¡¡¡¡LA BASE DE DATOS DE VIRUS HA SIDO ACTUALIZADA!!!!!". ¿De verdad no os gustaría tener zumbidos en el whatsapp?
 Lo que no sabíamos es que, mientras nosotros aprendíamos a utilizar la cam y los micrófonos en el msn, un nuevo estilo de páginas (y de vida) estaba intentando abrirse camino. Primero pasó por nuestras vidas, sin pena ni gloria, el Fotolog. Básicamente se trataba de poner una foto tuya de la que te pudieras avergonzar unos años más tarde y, bajo ella, escribir la letra de una canción (de la que te pudieras avergonzar unos años más tarde... otra vez), y esperar a que 20 personas, como máximo, te comentaran gilipolleces su opinión.
 Tras este gran fiasco al que yo llamo "Tenía 15 años y en esa época me golpeé mucho la cabeza", surgió el Tuenti. Bueno, el Facebook también pero en España vamos siempre por detrás del resto de países. El principio de la red social española era algo completamente distinto a lo de ahora: no se parecía para nada al Facebook. No habían juegos, ni eventos, ni "me gusta", ni álbumes para fotos, ni chat, ni niños (por aquel entonces eramos nosotros la juventud del Tuenti). Ahora no se si aun funciona así, pero en mis tiempos necesitabas ser invitado por alguien para hacerte una cuenta. Si aun existen invitaciones... ¿A quién coño se le ha ocurrido invitar a tantos críos?
 Por suerte descubrí pronto el Facebook. Era un territorio desconocido. Habían muchas cosas que hacer y no sabias por cual empezar (acababas dándole a "me gusta" a unas 30 páginas de "Señoras que..." o "Velocirraptores que..."). A primera vista era muy lioso y poco bonito (todo publicidad), pero cuando le pillabas el truco no podías cerrarlo ni un minuto. Cada vez que tenías notificaciones te daba un vuelco el  corazón, y eso que prácticamente todo eran invitaciones del Farmville. A la semana ya estaba burlándome de los que usaban Tuenti "jajaja que frikis".
 La iluminación de los chats le llegó a Tuentibook (chiste malo que uso para exponer que el Tuenti ya era como el Facebook pero con "T"), y pronto le siguió la red social americana. Aunque más simple y feo, fue el arma homicida en el asesinato del msn. Ya todo el mundo abandonó el msn para siempre y se cambiaron el correo electrónico a gmail intentando alejarse de su pasado "_69".
 Pero, mi favorita, es Twitter. La red social en la que nadie se quería meter porque "es solo para famosos". El auge de esta vino con los smartphones, con los que puedes tuitear a tiempo real las cosas que te están ocurriendo y no interesan a nadie (además de ser un buen sustituto del periódico del baño).
 Pero estos modernos móviles-calculadoras-ordenador-videoconsola-televisión-ladrillo trajeron el demonio con ellos: el Whatsapp. ¿Soy el único que odia quedar con sus colegas y que se pasen todos la noche whatsappeando? Gente a la que les preguntas algo y hasta que no acaban de chatear no se dan cuenta de que estás ahí. ¿¿¿POR QUÉ??? Pues porque están en lo que yo llamo "el otro mundo".
 Cuando están con sus amigos hablan con su novio/novia/personaalaquepagalasfantas, y cuando están con sus parejas se pasan todo el rato whatsappeando con sus amigos. ¿Nadie se da cuenta de que parecen zombis? A mi me han llegado a whatsappear gente que estaba sentada a mi lado (conocidos, mis amigos disfrutan de neuronas).
 Y es que, amigos, el fin del mundo se acerca. Es un apocalipsis zombi patrocinado por Whatsapp.

2 comentarios:

  1. IMPRESIONANTE! SIGUE ASI.
    DE PARTE DE LA FAMILIA: LO JUSTO ES justo !!!!!!!!

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  2. Muy bueno..como se nota que eres un Justo jaja

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